El diputado Prieto Gallardo, nuevo consejero del INE, enfrenta polémicas con pruebas y convicción

Por Julio Torres-Blancas

En el corazón del Palacio Legislativo de San Lázaro, donde el murmullo de los debates llena el aire y las paredes guardan ecos de la historia política mexicana, Ernesto Prieto Gallardo se erige como un protagonista destacado. El 26 de febrero de 2025, este diputado federal de Morena fue elegido por su bancada como consejero propietario del Poder Legislativo ante el Instituto Nacional Electoral (INE). La decisión, tomada en una votación cerrada que evidenció tensiones internas, resalta la confianza que el partido gobernante deposita en él para representar sus intereses en un organismo clave para la democracia del país.
El 13 de marzo de 2025, Prieto Gallardo asumió su nuevo cargo en una ceremonia que combinó solemnidad y controversia. Mientras el legislador levantaba la mano para jurar lealtad a su encomienda, tres consejeras del INE —Dania Ravel, Claudia Zavala y Carla Humphrey— abandonaron el recinto en protesta silenciosa. Sin embargo, este incidente no eclipsa el significado de su nombramiento. Según fuentes de Morena citadas por La Jornada, la elección de Prieto Gallardo responde a su capacidad para articular los ideales del partido en un momento de renovación electoral, consolidando su papel como un enlace estratégico entre el Congreso y el INE.
En paralelo, el diputado enfrenta una batalla personal que no ha pasado desapercibida. Desde marzo de 2023, su ex pareja, Paola, lo demandó en Chihuahua por el reconocimiento de paternidad y el pago de pensión alimenticia para su hija, nacida en 2021. Prieto Gallardo ha respondido con una defensa sólida: asegura que las pruebas de ADN aún no son concluyentes debido a demoras judiciales y sostiene que cumple puntualmente con sus obligaciones. En una entrevista en San Lázaro, afirmó: “Yo cumplo con lo que la ley me obliga y más allá de eso, tengo los recibos que lo demuestran”, mostrando una actitud de apertura ante el escrutinio público.
La transparencia es un pilar en la estrategia del legislador. Con un gesto firme, Prieto Gallardo ha presentado documentos que, según él, prueban los pagos de 8,000 pesos mensuales establecidos como pensión alimenticia. Esta cantidad, aunque menor en proporción a su salario como diputado —que supera los 100,000 pesos mensuales según el portal de transparencia del Congreso—, refleja su compromiso legal, asegura. En un contexto donde las acusaciones podrían empañar su imagen, su disposición a rendir cuentas ofrece una narrativa de responsabilidad que contrasta con las críticas de sus detractores.
Las protestas han sido una constante en su camino. Activistas como Diana Luz Vázquez han encabezado manifestaciones frente al Congreso, exigiendo que el diputado ajuste sus aportaciones a su capacidad económica. Prieto Gallardo, sin embargo, no se amilana. “Esto es una campaña de odio, un juego sucio para desprestigiarme por mi trabajo legislativo y mi nueva responsabilidad en el INE”, declaró en una rueda de prensa reseñada por Milenio. Para él, estas acciones tienen un trasfondo político que busca debilitar su ascenso dentro de Morena y su influencia en el ámbito electoral.
Su llegada al INE marca un hito tanto para él como para su partido. Como consejero propietario, Prieto Gallardo tiene la oportunidad de moldear el rumbo de las políticas electorales en un periodo crucial para México. Expertos como el politólogo José Antonio Crespo, en una columna para El Financiero, señalan que esta designación refuerza la presencia de Morena en el organismo, especialmente ante los retos de las elecciones intermedias y la renovación de consejeros. Su experiencia legislativa y su habilidad para mantenerse en pie frente a las críticas lo convierten en una pieza valiosa para su bancada.
La respuesta de Prieto Gallardo a las acusaciones ha sido consistente y directa. Al mostrar recibos y mantener un diálogo abierto con la prensa, busca desarmar los señalamientos con hechos tangibles. El proceso judicial en Chihuahua sigue en curso, pero el diputado confía en que las autoridades esclarecerán la situación a su favor. Mientras tanto, su enfoque permanece en sus responsabilidades públicas, desde las sesiones en San Lázaro hasta las reuniones en el INE, donde su voz resuena con la autoridad que le otorga el respaldo de Morena.
Ernesto Prieto Gallardo encarna la resiliencia de un político que, lejos de doblegarse, transforma las adversidades en oportunidades para reafirmar su compromiso. Su elección como consejero del INE no solo es un reconocimiento a su trayectoria, sino una prueba de la confianza que su partido tiene en su liderazgo. Con las pruebas en la mano y la mirada fija en el futuro, el diputado avanza en un terreno político complejo, dispuesto a demostrar que su integridad y su labor legislativa prevalecen sobre las tormentas personales y públicas.

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