En el horizonte de un Puebla próspero y bien abastecido, el gobernador electo Alejandro Armenta lanza un compromiso audaz y esencial: asegurar el acceso al agua como un derecho humano para todos los poblanos. Con un enfoque innovador y sostenible, su plan hídrico no solo busca paliar la escasez, sino construir una nueva era de sustentabilidad y justicia en el manejo del recurso. Este compromiso no es solo una promesa, sino una acción integral que será parte de un Acuerdo Nacional por la Seguridad y Sustentabilidad Hídrica, en sintonía con la futura presidenta Claudia Sheinbaum.
El plan, discutido y construido de la mano de diversos sectores, es una estrategia que toma en cuenta cada gota y cada rincón de Puebla, en la ciudad y en el campo. Como piedra angular, contempla una distribución justa y una conservación a largo plazo, dando prioridad al rescate de los ríos Atoyac y Alseseca, dos símbolos de la identidad poblana que, con este proyecto, podrían volver a florecer. Además, se contempla la rehabilitación de infraestructura de distribución y el mejoramiento de plantas de tratamiento, elementos esenciales para dar nuevo brillo al sistema hídrico del estado.
No solo eso: la estrategia abarca también la captación de lluvia y la canalización del recurso hacia presas y bordos, evitando el desperdicio de agua en la distribución y promoviendo un sistema más equitativo. De hecho, el Plan de Ordenamiento de Concesiones y Derechos de Agua, parte clave de esta política, tiene como meta balancear el acceso al agua, corrigiendo los excesos de concesiones en algunas zonas y la escasez en otras, una problemática que también está en el radar de Sheinbaum a nivel federal.
Y el campo poblano no se queda fuera. La tecnificación de los sistemas de riego y la instalación de paneles solares en pozos de agua serán esenciales para optimizar el uso de agua dulce en el sector agrícola. Con estas acciones, Armenta y su equipo planean transformar el paisaje rural, brindando a los agricultores las herramientas necesarias para un manejo eficiente del recurso.
Así, con «Puebla, Ríos de Futuro», Armenta se encamina hacia una Puebla donde el agua fluye no solo por los ríos, sino también por la vida y el bienestar de todas y todos sus habitantes. Porque cuando el agua corre con justicia, el futuro se riega de esperanza.
